San Jorge, el dragón y la rosa

Hoy estaba un poco aburrido, y me he puesto a leer cosas sobre San Jorge, ya que ayer se celebraba su día. La verdad es que he aprendido mucho. Por ejemplo, San Jorge es uno de los santos más ocupados del mundo: en España es patrón de Aragón, Cataluña, Castilla y León y Baleares, pero también lo es de otros países, como Inglaterra, Portugal, Bulgaria, Lituania, Georgia, Serbia y Montenegro, y de unas cuantas ciudades como Cáceres, Alcoy, Génova, Ferrara o Reggio-Calabria. Y de bastantes más, según dicen…

No sólo eso. Dependiendo del sitio y de la época, también es, o ha sido, el santo protector de soldados, agricultores, arqueros, prisioneros, herreros, de los scouts y de los montañeros (de otros montañeros será, entre nosotros no, que le tenemos más cariño a San Miguel…no a la cerveza, sino al arcángel. Bueno, a la cerveza también…)

Qué injusta es la historia. El día 23 no sólo se celebra el día de San Jorge, sino también el de San Adalberto de Praga (obispo y martir), San Marolo (sólo obispo) y San Gerardo (también sólo obispo). Casi nadie conoce al primero, que fue martirizado hasta morir (que era la manera rápida de hacer carrera entre los santos en aquella época), ni a San Marolo, que por lo visto sólo fue bueno, sin más (¿cómo vas a ser famoso así, alma cándida…?) ni al más cercano San Gerardo, que pasa por ser uno de los santos con más milagros en su mochila… (milagros de verdad, como levitar, multiplicar la comida, o estar en dos sitios a la vez…cosas serias, nada de boberías como matar seres mitológicos…)

Aunque bien pensado, igual el dragón no es un ser tan mitológico, porque, muy curioso,  se han visto y se habla de dragones en Oriente próximo, en el Himalaya, China, Japón y Corea (aunque aquí son buenos), en Europa, sobre todo Escandinavia (donde son muy malos) y entre los nahuas, aztecas, mayas y mapuches chilenos. Y tanta gente no puede estar equivocada a la vez, no??? Esto apoya la idea de que realmente existieron los dragones: definitivamente esto es un argumento serio y de peso…

Se cree que la leyenda medieval de San Jorge y el dragón se extendió por Europa durante las cruzadas, especialmente tras Ricardo Corazón de León, que la trajo a Inglaterra. Como dice Vedran, making a long story short, en el siglo III-IV Jorge, que es un soldado romano-turco de Capadocia y todavía no es santo, salva a una princesa y a una ciudad. Muy de cuento. Las formas de la leyenda son variadas, pero en general un dragón vive en una fuente, y cada vez que la ciudad necesita agua hace un sacrificio humano al azar, y mientras el dragón juguetea con el desgraciado, el resto de la población coge agua para unos días.


“San Jorge y el dragón”, Paolo Uccello, c. 1470

Pero un buen día sale elegida por el azar la hija del rey. Mira tú qué casualidad que justo en el momento en el que el dragón se la va a trapiñar (cada uno que piense lo que quiera…) aparece Jorgito, mata al dragón, salva a la princesa, convierte a toda la ciudad y bla, bla, bla…

Y digo yo… Dónde estaba San Jorge hasta entonces, cuando el dragón se merendaba a la hija del herrero, a la del afilador, a las dos mozas del carpintero y a la sobrina del maestro…??? ejerciendo de caballero, seguramente…ya… Pero coño, la hija del rey es diferente, que es la hija del rey…! Y mira tú qué casualidad que va y justo entonces pasa por allí San Jorge en su corcel. ¿Casualidad? ¿tú crees…? Ya lo decía Einstein: Dios no juega a los dados…

Ya siento que me salga la vena republicana, pero qué poco ha cambiado el cuento con el devenir de los siglos. Todos somos iguales ante la ley, pero menos. Qué puñetera casualidad que a la única que no mata el dragón es a la hija del rey…! A mí me podrán decir misa, pero San Jorge no pasaba por allí despistado…! Seguro que todo había sido urdido como parte de un plan: estoy convencido que estaban compinchados, porque dudo mucho que matara al dragón (éste simplemente se hizo el muerto y luego huyó…) SI no, cómo es posible que San Miguel le volviera a matar delante de Teodosio de Goñi tres siglos después en Aralar, eh? A ver…

Bueno, el caso es que dicen que San Jorge mató al dragón, y que de la sangre que se derramó nació inmediatamente (inmediatamente, por eso es un milagro…) un rosal, y de entre todas las rosas el muchacho cogió la más bonita para la princesa. Seguramente, aunque eso no lo dice la leyenda, ésta cayó rendida a sus pies, porque evidentemente, si tienes corazón (y no todas las princesas lo tienen) tienes que caer rendida a los pies de alguien que te salva de morir devorada por un dragón matándolo, que no es algo que pase todos los días, y luego te regala una rosa… Por supuesto, luego se casan, son felices, comen perdices y esas cosas… (En este cuadro se representa sólo hasta el momento de las perdices, esas cosas no... La censura es así…)


"Boda de San Jorge y la princesa Sabra”, Rossetti, 1857

¿Y cómo acaba la historia? Pues mal, porque si no no sería santo… Diocleciano se enfadó con él, no está muy claro por qué, y acabó cortándole la cabeza. No sabemos lo que le pasó a la princesa después, porque ya sin protector no es que quedara a merced del dragón, que ya no estaba, sino de un emperador tirano, que vete tú a saber lo que haría con ella… 

Es una historia de cuento, pero en cualquier caso la tradición de regalar una rosa a la  mujer amada es bonita…Luego las chicas tuvieron que inventar lo del libro, porque si no el asunto quedaba un poco asimétrico, pero eso ya es otra historia…!


Aunque con retraso, ¡Feliz Día de San Jordi a tod@s…!


Comentarios

  1. Bonita historia sobre lo que en realidad fue la peor persecución a los cristianos en el Imperio Romano. Parece ser que Diocleciano se enfadó con Jorgito porque éste se negó a hacer sacrificios a los dioses.

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